Los nuevos contenedores porteños que bloquean las ciclovías

Nadie puede negar que el actual gobierno porteño es el que más infraestructura ciclista ha construido. Sin embargo, desde RCU vemos con muchísima preocupación que es este mismo gobierno quien atenta contra estos espacios que deberían proteger al ciclista.
La función de la ciclovía es separar un espacio de la calzada para que el ciclista esté protegido de los avances de automotores. Y habiendo ciclovía lo que es un derecho se convierte en obligación, ya que el ciclista debe circular por la misma. Por lo tanto, se desprende que al no ser opcional, el gobierno debe mantener en condiciones la ciclovía para una circulación segura.
Desde hace un tiempo, comenzamos a ver con preocupación la ubicación de contenedores que invadían la ciclovía, ocupando un carril e impidiendo la normal y segura circulación que la ciclovía propone.
La última invasión se vió hoy en la Avenida Coronel Díaz, donde han colocado más de 2 bloques de cemento por cuadra, en el medio de un carril de la ciclovía. En este momento representan un gravísimo peligro, ya que no es un elemento que uno espera encontrar y ante una distracción puede chocar contra él. Son bloques muy voluminosos, de aproximadamente 15 cm. de alto. Imaginamos que sobre éstos colocarán los nuevos contenedores grises (como los que se ven en Azcuénaga) y serán visibles a simple vista.
Ciclovía Azcuénaga - fecha 28 de abril de 2015

Ciclovía Azcuénaga – fecha 28 de abril de 2015

Estos nuevos contenedores ciertamente son visibles. Lo que no es visible es ¿por dónde pasan las bicis? Para pasar, en este momento las bicicletas se ven obligadas a ingresar en la parte de la calzada donde tenemos prohibido circular y, como es doble mano, muchas circulan en contramano.

En las redes sociales los ciclistas de Buenos Aires comenzaron a expresar su preocupación. También comenzó a circular esta imagen (de Claudio Maggi) que demuestra que esta decisión desafía toda lógica. Porque a nadie se le ocurriría poner un bloque de cemento en el medio de un carril. Pero la situación es mucho peor de lo que creemos, ya que ya no uno, sino varios de esos contenedores por cuadra, imposibilitarán la normal circulación de las bicicletas, en el espacio que todos hemos pagado para tal fin. Recordemos que cada cuadra tuvo un costo de 100 mil pesos (*). Y bien invertidos están, si permitimos su uso, claro.
Guillermo Dietrich, Subsecretario de Transporte de la Ciudad, afirmaba hace poco «nos hemos convertido en el referente del camino a seguir.».
Sr. Dietrich: desde la ciclovía, vemos que el camino a seguir se encuentra francamente bloqueado.

(*) Corregido, la cifra de 1 millón de pesos es por cada kilómetro.